Los alimentos de otoño están diseñados por la naturaleza para dotar al cuerpo de los nutrientes necesarios con el fin de hacer frente, no solo al cambio de estación, sino a la llegada de las lluvias y de la bajada de temperatura. Decimos adiós al buen tiempo y a los días largos para dar la bienvenida a los días fríos y cortos.
Estos cambios tienen impacto en la salud física y en la psicológica. A partir de septiembre comienza aparecer la astenia otoñal, que en muchas personas produce una enorme tristeza sin motivo aparente como ocurre en primavera. Esta astenia suele aparecer en los cambios de estación ya que nuestras hormonas se "reajustan" a los nuevos horarios de luz y temperatura.
Dieta saludable en otoño/inviernoLa diversidad de alimentos que tenemos en esta temporada nos permite diseñar menús con un alto valor nutricional que adapta al cuerpo a las necesidades nutricionales del momento.
Es la verdura por excelencia de esta temporada y el ingrediente esencial en cualquier comida sana de otoño.
Las propiedades nutricionales más destacadas son:
Los frutos secos (nueces, almendras, castañas, avellanas, etc.) son productos energéticos por su elevado contenido en grasa vegetal como son los Omega 3, que destacan por su papel antiinflamatorio y de protección del sistema circulatorio y del corazón.
Ideal acompañante en una macedonia de fruta para completar el aporte de minerales y fibra, en especial el calcio. También como efecto saciante por su elevado contenido en fibras.
Con las lluvias otoñales, el frío y la humedad aparecen los hongos más comunes de esta época como son los níscalos y los boletus. De sus propiedades nutricionales destacamos los efectos antivíricos por su estimulación en el desarrollo del sistema inmune.
Además de un alto contenido en agua, las setas proporcionan proteínas de alto valor biológico. Así mismo, estos hongos son ricos en vitamina B y fuente de minerales como fósforo, potasio y yodo, especialmente indicado para activar la glándula tiroides y regular ciertas hormonas.
Considerada como una fruta medicinal, es un potente antioxidante, gracias a la presencia de ácido linoleico en sus semillas. Reduce la presión arterial en las personas hipertensas así como los niveles de colesterol LDL (colesterol malo) y de triglicéridos. Ideales para acompañar ensaladas de escarola con un toque de ajo como saborizante.
Esta fruta dulce y sabrosa no contiene tanto azúcar como se podría imaginar. De hecho, tiene el mismo aporte calórico que una manzana y puede comerse al horno o fresco.
Por otra parte, su porcentaje de proteínas y grasas es mínimo, basando la mayor parte de su composición en hidratos de carbono, como son la fructosa, glucosa y sacarosa. Los higos también aportan mucha fibra y minerales como el magnesio y el calcio, muy adecuado este último para prevenir la osteoporosis y lesiones musculares.
Aunque están presentes en nuestra dieta durante todo el año, en estos meses se incrementa su consumo en los platos de cuchara al menos tres veces por semana. Importatnes por su contenido en fibra, hierro, vitaminas y proteínas vegetales de alto valor energético.
En definitiva, los alimentos de otoño tienen abundantes propiedades para fortalecer el organismo frente a los cambios de estación. Hay menos luz y menos calor, lo que a muchas personas les provoca un descenso de defensas y, por tanto, una mayor probabilidad de enfermar, tanto física como psicológicamente. La naturaleza nos brinda medicinas en forma de alimentos ricos, sabrosos y muy sanos.
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