Uno de cada dos hombres, además de usar productos de cuidado facial, los elige y los compra.
¿Qué buscan los hombres en los cosméticos?
Los hombres buscan lucir una piel joven, luminosa y tersa sin perder por eso un ápice de masculinidad.
Hace apenas 20 años, sólo contaban con el jabón y la loción para después del afeitado. Han pasado de preocuparse no solo por el aseo sino por el cuidado de la piel y, donde los cosméticos masculinos se centraban en las tres ideas de afeitado, hidratación y antiarrugas, hoy tenemos un abanico que abarca un gran número de tratamientos, desde exfoliantes y mascarillas hasta reductores y anticelulíticos.
Necesidades específicas para una piel distinta a la de la mujer
La piel del hombre es aproximadamente un 25% más gruesa que la de la mujer, siendo, por tanto, más frágil, más áspera y rugosa. Al ser más firme, los signos de envejecimiento aparecen más tardíos, pero lo hacen más bruscamente y su piel, más grasa por su carga de andrógenos, justifica tratamientos diferentes. Además, la sequedad adquirida por el modo de vida (estrés, contaminación, el clima, el sol…) condiciona la elección de los productos.
Como en la mujer, los factores que afectan a la salud de la piel masculina son la edad, cansancio y estrés, contaminación, dieta desequilibrada, diferentes problemas de salud, ausencia de ejercicio físico, tabaco y consumo de alcohol. Lo que se viene llamando Efecto del Exposoma.
En el hombre, los poros de las glándulas sebáceas se observan más dilatados, lo que facilita la formación de comedones, los incómodos puntos negros. Debido a esto la higiene tiene que ser purificante con activos antisépticos (árbol del té o esencias de romero) y seborreguladores (jabones derivados del azufre).
El cabello puede sufrir una pérdida prematura debido a la alopecia andrógina. La secreción de las glándulas sudoríparas es mayor y más ácida, por ello la piel del hombre precisa de mayor hidratación que la de la mujer.
La piel masculina contiene más colágeno y elastina que la piel femenina. El estrato córneo es más grueso y la textura de su piel, rugosa. Al ser más gruesa es más resistente, más firme y tiene mayor tonicidad, por lo que mantiene su aspecto juvenil más tiempo. Por esta razón, las arrugas aparecen más tarde, pero lo hacen con brusquedad y son más profundas y acentuadas que las de la piel femenina, que se han ido produciendo paulatinamente a lo largo del tiempo.
Su piel tiene mayor densidad de glándulas sebáceas, por lo que su película hidrolipídica es más grasa y, por tanto, más protectora frente a la deshidratación. El aspecto es más graso y brillante y son más frecuentes los problemas cutáneos derivados de la obstrucción de los folículos (foliculitis). Tienen mayor tendencia a estados acnéicos y seborréicos y estos son más severos y duraderos.
Otra característica de la piel masculina es la presencia de un sistema piloso muy desarrollado. La barba y su afeitado diario representa una agresión importante para la piel porque causa micro lesiones, produce sensibilizaciones, enrojecimientos, irritaciones, aspereza y deshidratación.
El afeitado es la excusa perfecta para concienciar que la piel masculina debe ser cuidada.
¿Qué necesita un hombre para cuidar su piel?
En primer lugar, tenemos que tener en cuenta que el hombre pasa una media de dos meses a lo largo de su vida afeitándose. El afeitado diario actúa eliminando las células muertas, y los productos para el afeitado tienen que estar bien formulados, asegurando al máximo la salud de la piel y la hidratación del vello con humectantes e hidratantes para facilitar el afeitado para limitar las irritaciones, tiranteces y heridas, que son puerta de entrada a microorganismos y fuente de muchas preocupaciones.
Las espumas o geles para el afeitado aumentan el grado de hidratación de la queratina del pelo, lo que disminuye la resistencia al corte e hidrata la capa córnea. Suelen llevar en su composición humectantes, agentes que modifican el pH para mejorar la resistencia mecánica, lubricantes para facilitar el afeitado y agentes tensioactivos para retirar la secreción sebácea, incluidos en jabones de afeitar, cremas de afeitar espumantes, espumas en aerosol, geles de afeitar auto espumantes y productos no espumantes como cremas de afeitar sin brocha.
Los after shave y geles hidratantes suavizan, hidratan, regeneran y protegen aportando actividad antienvejecimiento, antiarrugas, anti flacidez, controlan los brillos producidos por la secreción sebácea, debilitan el vello, ralentizan su crecimiento y prolongan el tiempo entre afeitados.
El hombre está aprendiendo a cuidarse y demanda productos específicos
El hombre prefiere pocos productos, pero multifuncionales, y todavía no está dispuesto a utilizar muchos productos cosméticos al mismo tiempo. Es imprescindible que sus productos cosméticos sean rápidos en su absorción, invisibles y sencillos. La comodidad en el uso es esencial, puesto que la mayoría no destina mucho tiempo a su ritual de belleza. Quieren eficacia, tolerancia y seguridad. Productos funcionales, de efectos visibles inmediatos y de consistencia ligera, que aporten frescura.
Prefiere tratamientos cómodos, de aplicación rápida, y texturas fluidas, ligeras, de fácil aplicación, que no dejen rastros grasos y con fragancias discretas, en envases prácticos, con fácil dosificación y ergonómicos, de uso sencillo y que señalen claramente su indicación principal.
La aparición de los distintos signos permiten una clasificación del envejecimiento masculino: arrugas peri palpebrales, patas de gallo, arrugas de la frente, hundimiento de los surcos nasogeniano, flacidez del mentón y bolsas en los párpados inferiores.
Cada edad tiene sus prioridades y requiere cuidados faciales diferentes
Entre los 20 y 35 años el principal problema es una piel grasa y deshidratada. Los cuidados girarán en torno a la limpieza, al cuidado de la piel tras el afeitado y a la hidratación con fluidos o cremas oil free para evitar brillos.
Los primeros signos de la edad se aprecian entre los 30-35 años y los tratamientos irán destinados a paliar las líneas de expresión que suelen concentrarse en el contorno de los ojos y de los labios. Nos estrenamos con una crema anti ojeras, que además ayude a combatir los signos de fatiga.
Alrededor de los 35 años es recomiendo empezar a utilizar un sérum o una crema hidratante que permita retrasar la aparición de las primeras arrugas y, a partir de los 40, los principales problemas tienen que ver con la flacidez y con la pérdida de colágeno, por lo que hay que optar por cremas antiarrugas.
A partir de los 50 aparecen las manchas causadas por el sol y las arrugas. Los cuidados de la piel en esta etapa serán productos despigmentantes que ayuden a unificar y suavizar el tono, además de aportar luminosidad; sérums antiarrugas para tratar las arrugas de expresión, fruto de movimientos repetitivos; cremas antiojeras, que borren los signos de cansancio, y cremas antiedad, que sean fuente de antioxidantes para paliar los signos de la edad. El tratamiento a partir de los 50 años dependerá del estado de la piel y de los cuidados que hayamos seguido en el pasado. Aunque es habitual a partir de estas edades la aparición de queratosis actínicas (mancha áspera y escamosa en la piel que se presenta después de años de exposición al sol) debido a la falta de cuidado de la piel.
La búsqueda especializada y la indicación de un profesional experto de activos innovadores, como es la del farmacéutico, son claves en la salud y en la belleza de la piel, tanto masculina como la femenina, teniendo presente, y nunca negociable, la fotoprotección, obligatoria y específica según el fototipo de cada persona. Actualmente hay formulaciones que permiten la aplicación de las cremas/lociones fotoprotectoras sobre la piel mojada o con sudor perfectas para este hombre del siglo XXI que se cuida y hace deporte.
FUENTE: https://www.auladelafarmacia.com/el-cuidado-de-la-piel-masculina