El día 14 de Noviembre, es el “Día Mundial de la Diabetes”, la oportunidad perfecta para dirigir la atención del público hacia las causas, síntomas, complicaciones y tratamiento y así aumentar la concienciación global sobre esta grave afección que se encuentra en constante aumento en todo el mundo.
El Día Mundial de la Diabetes fue creado en 1991 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como medio para aumentar la concienciación global sobre la diabetes.
Se eligió esta fecha por ser el natalicio de Frederick Grant Banting, quien junto a Charles Best descubrió la insulina, cuyo descubrimiento permitió que la diabetes pasara de ser una enfermedad mortal a una enfermedad controlable.
Recordemos que el 13,8% de los españoles mayores de 18 años sufre diabetes tipo 2, lo que equivale a más de 5,3 millones de personas. De ellos, casi 3 millones ya estaban diagnosticados pero 2,3 millones, el 43% del total, desconocían que padecían la enfermedad.
La diabetes es una enfermedad que afecta la manera en que el cuerpo usa la glucosa, el tipo principal de azúcar en la sangre. Esta glucosa, que en gran medida viene en aquellos alimentos que diariamente consumimos, es la mayor fuente de energía, necesaria para abastecer todas las funciones del cuerpo.
Pero para utilizar la glucosa nuestro cuerpo necesita insulina. Sin embargo, cuando nuestro organismo no la produce o no funciona como debería, aparece la diabetes.
En la diabetes tipo 1, el sistema inmune ataca el páncreas destruyendo las células que producen insulina, y se trata de un tipo de diabetes mucho más peligrosa que la diabetes tipo 2, especialmente porque nadie sabe quien la puede adquirir y no existen unas bases por el momento que permitan prevenirla.
Por ahora, no se conoce a ciencia cierta la causa de la diabetes tipo 1, aunque sí se sospecha desde hace años que, además de ser hereditaria, se relaciona con los genes, aunque se cree que también existen otros factores que provocan que los niños la padezcan.
La diabetes tipo 2, una enfermedad que puede prevenirse.
En la diabetes tipo 2, el páncreas aún es capaz de producir insulina, pero en estos casos el cuerpo no la recibe de manera correcta.
Esto es así porque la glucosa no puede ingresar normalmente en las células, y si las personas que la padecen no reciben tratamiento, los altos niveles de azúcar en sangre serían peligrosos.
En este caso la diabetes tipo 2 sí puede prevenirse, especialmente evitando tener un peso excesivo, el sobrepeso y la obesidad y un estilo de vida sedentaria.
Los casos de diabetes tipo 2 aumentan cada año, porque cada vez tenemos una peor alimentación y más tasas de sedentarismo, dos factores claves para desarrollar diabetes. Y son dos factores fáciles de evitar.
Os dejamos algunos de los factores que podemos modificar para controlarla y que están en nuestras manos…
El pie diabético aparece cuando existen niveles inadecuados de glucosa en sangre y otros factores que concurren con frecuencia en personas con diabetes (hipertensión arterial, hipercolesterolemia,…) que provocan un daño en los vasos y nervios que pueden producir complicaciones a medio-largo plazo.
Dos de los riesgos de estos pacientes son la disminución de la sensibilidad y la mala circulación del pie, que pueden derivar en la formación de una úlcera, algunas veces graves, y que es la principal causa de una posible amputación.
La mayoría de las heridas son causadas por una disminución de la sensibilidad del pie y surgen en la planta o en las zonas cercanas al hueso, como los nudillos de los dedos.
En el caso de que un paciente observe una úlcera, deberá acudir lo antes posible al especialista. No únicamente para curarla, sino para diagnosticarla y diseñar un tratamiento personalizado lo más adecuado a su caso. En muchos casos, las curas corren a cargo de un buen equipo de enfermería.
FUENTE: ortogrup.com
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