Con la llegada del frío llegan los resfriados siendo muchos los que comenzamos a sufrir congestión nasal. La nariz obstruida puede dificultar en mayor o menor medida el paso del aire, haciendo incómodo el proceso de respiración.
Congestión de las Fosas Nasales
Normalmente, la congestión de las fosas nasales está causada por la dilatación de los vasos sanguíneos como respuesta a la entrada de un alérgeno o virus. Es por ello que, para aliviar esta molestia, debamos actuar disminuyendo el flujo sanguíneo, lo que provoca una reducción del volumen de la mucosa.
La solución a este problema se busca, con frecuencia, en los espráis nasales descongestivos. Pero hay que señalar que el tratamiento es sintomático, es decir, aliviando la congestión y no su causa.
El Espray Descongestivo
Los espráis descongestivos contienen sustancias vasoconstrictoras como son loa oximetazolina, fenilefrina, xilometazolina y nafazolina. Estos compuestos producen vasoconstricción local sobre los vasos sanguíneos de las paredes nasales y descongestionan rápidamente la nariz.
¿Qué problemas pueden surgir con su uso?
Cuando este tipo de espráis se utilizan más tiempo del aconsejado o con una mayor frecuencia de la indicada, puede producirse el llamado efecto rebote, es decir, un incremento de la congestión de la mucosa nasal al suspender el tratamiento. Este efecto parece ser debido a un mecanismo de compensación tras un proceso de vasoconstricción prolongado que acaba provocando una inflamación todavía mayor.
En muchas ocasiones, el paciente suele confundirlo con una recaída de su estado inicial de congestión, por lo que vuelve a utilizar el descongestivo. Entra así en un círculo vicioso que puede llevar a una rinitis crónica medicamentosa, que motiva una dependencia continua hacia el fármaco con tal de despejar la nariz cuando está congestionada.
Otro de los problemas que pueden surgir es el desarrollo de tolerancia hacia el fármaco. Esta situación conlleva a que el paciente tenga necesidad de consumir una dosis cada vez mayor que la anterior para sentir los mismos efectos que al principio.
Y por este motivo, aunque estos espráis nasales no son perjudiciales para la salud, sí puede serlo su forma de utilización. Como usuario debes conocer los posibles inconvenientes que pueden ocasionarte el uso excesivo o continuado de este tipo de fármacos.
Es por ello que este tipo de espráis deben utilizarse las menos veces posibles y por un corto período de tiempo.
Si tienes necesidad de recurrir a ellos con frecuencia, deberías plantearte ir reduciendo la dosis poco a poco. Para ello, resulta bastante útil alternar su uso con el de soluciones a base de agua de mar hipertónica, que ayudan a descongestionar las fosas nasales sin suponer riesgo alguno.