El estrés y los cambios de estación pueden producir una intensa caída de cabello llamada efluvio telógeno. Esta caída suele ser llamativa, pero es recuperable una vez que pasa el episodio estresante y nos asentamos en la nueva estación ya que se produce un desprendimiento del folículo piloso, pero la ‘raíz folicular’ (que es donde se fabrica el pelo) volverá a producir otro folículo.
Cabe destacar que el estrés no es la causa primaria de las alopecias, pero, sin embargo, actúa como desencadenante. Por ejemplo, en la alopecia areata que se caracteriza por la aparición de placas de calvicie principalmente en el cuero cabelludo, y la barba en el caso de los hombres.
Siguiendo las recomendaciones de los expertos el tratamiento del efluvio telógeno es solucionar la causa que lo produce. Puede tratarse con minoxidil tópico u oral y con otras terapias, como la melatonina o el plasma rico en plaquetas.
Un factor clave en el tratamiento es reducir el estrés par afrenar la caída del cabello.
Lo primero que hay que dejar claro es que no existen lociones que eviten la alopecia. Lo que hay son tratamientos médicos que pueden aplicarse vía tópica y que son efectivos para engrosar y fortalecer el pelo, es decir, ayudan a frenar la caída del cabello a fortalecer el ya existente y prolongar la vida de los folículos pilosos activos, pero es muy complicado regenerar un folículo perdido y, más aún, hacer crecer el pelo en caso de alopecia.
Los productos que tenemos en las farmacias estimulan el metabolismo del folículo piloso y favorecen la fase anágena (periodo de crecimiento del pelo que dura unos cuatro años) pero no hacen que crezca pelo nuevo.
Como hemos comentado anteriormente, en el caso de la alopecia de efluvio telógeno (que es la debida al cambio de estación y estrés), el tratamiento deberá dirigirse a la causa que provoca este tipo de caída, como niveles bajos de hierro, alimentación desequilibrada, insomnio, estrés, etc, viendo resultados positivos a los dos tres meses del tratamiento.
El más utilizado actualmente es el minoxidil, que actúa prolongando la fase anágena (fase de crecimiento del cabello) además de tener un efecto vasodilatador que estimula el folículo piloso (ayuda a que esté mejor alimentado, por lo que favorece su crecimiento). Debe aplicarse en la zona central del cuero cabelludo y, de ahí, extenderse a las zonas afectadas por la calvicie.
También hay que tener en cuenta que debe utilizarse de forma continuada, al menos, durante 4 meses para que se vean los resultados y que si se deja de utilizar la caída del cabello vuelve a aparecer. Es importante saber que en caso de alopecia el tratamiento es de por vida y que, en caso de bajada de densidad o de claridad del cuero cabelludo se requiere derivación al dermatólogo para comenzar el tratamiento farmacológico oral de por vida.
Además de utilizar diariamente los tratamientos pautados el lavado frecuente del pelo es el primer tratamiento. Esto no solo permite tener un pelo y un cuero cabelludo limpio y lustroso, sino que además va a permitir eliminar los restos de los medicamentos, como son las soluciones y lociones que nos aplicamos el día anterior. A la hora de utilizar champús, debido al poco tiempo de contacto, y que no penetran en la raíz del cabello, será necesario su empleo conjuntamente a otro tratamiento oral y tópico. Su uso debe ser, al menos, en ciclos de 3 meses en caso de caída y de por vida en caso de alopecia. Estos champús deberán aplicarse en dos veces, siendo necesario dejarlos actuar en el segundo lavado durante unos minutos antes de retirar.
La combinación de un champú suave (o extra suave) de uso diario con un champú de tratamiento dos veces por semana , en función de la patología de cuero cabelludo que tenga (caspa, grasa,dermatitis), permitirá aumentar la eficacia de cualquier tratamiento que estemos realizando.
Es importante saber, porque es una pregunta muy frecuente en la farmacia, que el lavado, secado, uso de gominas, lacas y tintes no afecta a la alopecia, ya que la alopecia se produce en la raíz folicular.
En ocasiones, se aconseja el uso de complementos alimenticios en combinación con el resto de tratamientos para conseguir un mejor resultados final.
Es recomendable seguir una alimentación que incluya un aporte específico de aminoácidos como la cistina, de oligoelementos como el zinc y el cobre, y de minerales como el hierro. De igual forma, también es aconsejable contar con un hábito vigilia-sueño correcto (recordemos CORTISOL / MELATONINA )y una ausencia de hábitos tóxicos en nuestras rutinas, como son el consumo de alcohol y tabaco.
Dicho esto, los complementos indicados para fortalecer el pelo serían “las vitaminas del grupo B, los ácidos grasos omega 3, vitamina C, aminoácidos como la L-cistina, zinc y hierro.
* FUENTE: CUIDATE PLUS
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