Periodontitis y su relación con la salud cardiovascular

¿Sabías que una periodontitis te puede llegar a provocar un infarto de corazón?

Aunque parezca mentira, sí. El infarto, junto con otras enfermedades cardiovasculares, que, por si fuera poco, son la primera causa de muerte en España (con un 30,3% del total de fallecimientos), se ve directamente influido por el mal estado de salud de nuestras encías.

Y conviene tomárselo en serio porque más de un 80% de la población padece, en distintos grados, una enfermedad periodontal: ya sea gingivitis, donde los síntomas se identifican con la inflamación y el sangrado de las encías, o la periodontitis, donde las bacterias pasan a afectar a las estructuras óseas poniendo en riesgo la supervivencia de los dientes.

En cualquiera de los casos, las enfermedades de las encías tienen consecuencias muy graves en nuestra boca, y como ya hemos dicho, en nuestra salud general.

Existen 6 complicaciones principales como consecuencia de no tratar una enfermedad de las encías:

• Deterioro estético: cuando las bacterias alojadas en el sarro acumulado comienzan a actuar sobre las encías, se produce una retracción de las mismas. Esto provoca que las raíces de los dientes estén más visibles, provocando a su vez, espacios negros entre diente y diente. 

• Pérdida de hueso: cuando la gingivitis no es tratada a tiempo y la enfermedad avanza hasta convertirse en periodontitis, las bacterias alojadas en la boca empezarán a comerse literalmente el hueso de soporte de los dientes.

• Pérdida de dientes: como consecuencia de la pérdida de hueso, los dientes pierden su sustento y terminan aflojándose hasta que finalmente se caen. Llegados a este punto, y para evitar males mayores, la única salida es colocarse implantes dentales.

• Riesgo de parto prematuro: las bacterias que habitan en nuestra boca, pasan a nuestro organismo provocando complicaciones en mujeres embarazadas. Tanto es así, que pueden surgir complicaciones como el parto prematuro o dar a luz bebés de bajo peso.

• Complicaciones con la diabetes: las enfermedades de las encías perjudican el control de la glucemia en pacientes con diabetes, y a su vez, la diabetes aumenta el riesgo de sufrir un problema periodontal, de manera que sólo manteniendo las encías sanas se conseguirá mantener un control de la diabetes.

• Problemas cardíacos: como veníamos adelantando, las personas con periodontitis tienen más riesgo de tener un problema cardiovascular como un infarto de miocardio o un ictus.

Pero, ¿a qué se debe esta relación entre las enfermedades de las encías y el corazón?

Ya sabemos que la periodontitis es una enfermedad infecciosa que cursa con la inflamación crónica de nuestras encías. Sin embargo, esas bacterias no afectan únicamente a los tejidos de la boca, sino que son capaces de viajar a través de la sangre y provocar inflamaciones en otras partes de nuestro cuerpo.

De hecho, recientes estudios han descubierto que la bacteria Porphyromona gingivalis, presente en la boca de las personas con periodontitis, también ha sido hallada dentro de las placas de ateroma, que son las lesiones de las arterias provocadas por altos niveles de colesterol.

De esta manera, se ha probado que la obstrucción de las arterias que sufren aquellas personas con una enfermedad periodontal, está directamente relacionada, precisamente, con las bacterias de esa enfermedad de las encías.

Tengo periodontitis, ¿cómo evito sufrir una enfermedad cardiovascular?

Dada la relevancia del asunto, cardiólogos y periodoncistas han decidido trabajar conjuntamente para tratar la enfermedad periodontal con la relevancia que requiere. Tanto es así que se han establecido diferentes protocolos de actuación que implican incluso a los médicos de Atención Primaria.

Pero, como en todo, la clave es la prevención. Y evitar que una periodontitis se complique hasta afectar a la salud general pasa por realizarse un tratamiento periodontal, acudir a los mantenimientos con la regularidad establecida por el periodoncista y mantener una higiene adecuada en el día a día.

Siempre y cuando se sigan estas indicaciones, no habrá que temer por sufrir un infarto de miocardio.