header-banner-image

.Cómo responde la piel en invierno al frío y a la calefacción

 
0% Percent

Diciembre no sólo trae luces, adornos y celebraciones: trae un fenómeno cutáneo que en la farmacia vemos cada año como un reloj. El frío seco del exterior y la calefacción del interior generan una combinación que desafía a la barrera cutánea más resistente. Y lo fascinante es que todo lo que percibimos —tirantez, rojeces, descamación, irritación, brotes de dermatitis— tiene una base fisiológica y dermatológica muy bien documentada.

1. El invierno no deshidrata la piel: la deshidrata el contraste térmico

Estudios en fisiología cutánea, especialmente los realizados por el grupo de P. Elias y M. Feingold, responsables de buena parte del conocimiento moderno sobre la barrera cutánea, demuestran que el factor más agresivo para la epidermis no es el frío… sino la disminución abrupta de la humedad ambiental.

La calefacción reduce la humedad relativa del aire hasta niveles comparables a los cabinas de avión (en torno al 20–25 %). Cuando esto ocurre:

  • Aumenta la pérdida de agua transepidérmica (TEWL) de forma inmediata.

  • Los lípidos del estrato córneo se desorganizan y pierden cohesión entre ellas.

  • El microbioma cutáneo sufre alteraciones.

  • El sistema inmunitario cutáneo se vuelve más reactivo.

Es literalmente el “choque térmico” lo que dispara los síntomas.

Muchos pacientes se sorprenden cuando se les explica que la piel no “pide más crema”, sino que pide mejor fórmula. No es cantidad, es calidad lipídica.


2. ¿Qué ocurre químicamente dentro del estrato córneo?

La piel funciona como un muro de ladrillos (corneocitos) y cemento (lípidos: ceramidas, colesterol y ácidos grasos libres), y ¿qué ocurre cuando estamos a bajas temperaturas en el exterior y a altas en el interior?

  • El frío rigidiza los lípidos.

  • La calefacción los desordena.

  • El contraste rápido provoca microgrietas invisibles, auténticas “puertas de entrada” a irritación.

Esto explica:

  • Ese picor que aparece sin causa aparente.

  • La facilidad con la que brotan eccemas en diciembre.

  • La sensibilidad exagerada a cosméticos que antes tolerábamos.


3. La ciencia detrás de las cremas que sí funcionan en invierno

No todas las hidratantes son iguales; algunas están realmente pensadas para reparar la barrera cutánea porque contienen la famosa tríada lipídica:

✔ Ceramidas

Las ceramidas 1, 3 y 6-II son las que mejor reconstruyen la matriz extracelular del estrato córneo. Su déficit está presente incluso en pieles no patológicas durante invierno.

✔ Colesterol

Indispensable para que los lípidos formen las láminas protectoras. Sin colesterol, la reconstrucción es incompleta.

✔ Ácidos grasos libres

Aportan flexibilidad y resiliencia al cemento lipídico.

✔ Urea (5–10 %)

LA urea a bajas concentraciones es uno de los humectantes más eficaces y mejor tolerados en invierno.

✔ Niacinamida (4–5 %)

Reducción de inflamación, mejora de la función barrera y aumento de la síntesis de ceramidas. Probablemente uno de los ingredientes más respaldados científicamente.


4. El rol de los principios activos en invierno: qué conviene y qué no

❗ Retinoides

Pueden seguir utilizándose, pero:

  • Conviene ajustar aplicaciones,

  • reforzar barrera,

  • evitar el uso diario si hay irritación.

❗ Alfahidroxiácidos (AHA)

Menos recomendados, ya que aumentan la pérdida de agua. Si se usan, debe ser en pieles adaptadas y siempre junto con lípidos y niacinamida.

✔ Ácido hialurónico de ALTO peso molecular

No penetra: forma una película protectora. Perfecto para calefacción.
El de bajo peso, aunque hidratante, puede irritar más en climas secos.


5. Microbioma cutáneo: el invitado silencioso de diciembre

Investigaciones recientes (Paller, Gallo, 2021) muestran cómo la caída de humedad altera la composición del microbioma cutáneo. Esto facilita brotes de:

  • dermatitis atópica,

  • rosácea,

  • dermatitis seborreica,

  • piel reactiva.

Por ello, en dermocosmética invernal tienen sentido los:

  • prebióticos cutáneos,

  • postbióticos,

  • limpiadores sindet suaves.


6. Consejos desde la farmacia

1. Revisar rutinas cosméticas

Muchos pacientes siguen usando:

  • geles agresivos,

  • tónicos exfoliantes,

  • hidratantes ligeras de verano.

Y no entienden por qué “ya no funciona”...

2. Educar en aplicación correcta

  • Templar la crema entre las manos.

  • Presionar suavemente, no arrastrar.

  • Aplicar después del baño, con piel húmeda.

3. Personalizar por tipo de piel

  • Piel seca → ceramidas + colesterol + urea.

  • Piel grasa → fórmulas no comedogénicas pero ricas en lípidos esenciales.

  • Piel sensible → niacinamida, madecassoside, centella asiática.

4. Prevenir dermatitis de invierno

Explicando señales tempranas: picor repetido, tirantez que aparece por la tarde, descamación fina, rojeces difusas.


7. Curiosidades dermatológicas 

  • Las arrugas que aparecen en diciembre suelen ser deshidratación, no envejecimiento real.

  • Dormir en calefacción alta aumenta un 20–30 % la TEWL.

  • El uso excesivo de bálsamos labiales irritantes empeora la sequedad (efecto rebote).

  • La piel pierde hasta 1,5 veces más agua por la noche en invierno.

USO DE COOKIES

Utilizamos cookies propias y de terceros (Piwik), con finalidades analíticas, para recordar sus credenciales en procesos de compra y otras imprescindibles para la navegación. Puede Aceptar el tratamiento, Rechazarlo u obtener Más Información.

Puedes aceptar todas estas cookies pulsando el botón ACEPTAR o configurarlas o rechazar su uso clicando en el apartado PREFERENCIAS.

Si quieres más información, consulta la POLÍTICA DE COOKIES de nuestra página web.