Plan Nacional Prevención de Resistencia a los Antibióticos

El Ministerio de Sanidad junto al Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos y el Consejo General de Colegios Farmacéuticos, han puesto en marcha la campaña “Tú puedes ayudar a prevenir la Resistencia a los Antibióticos”, con la colaboración de las Oficinas de Farmacia.

Esta campaña va dirigida a las consecuencias del uso incorrecto de los antibióticos ya que puede dar lugar a tres efectos perjudiciales para nuestra salud: 

1. Pérdida del efecto farmacológico, con riesgo de agravamiento de la infección.
2. Aparición de reacciones adversas, que en ocasiones podrían ser graves.
3. Aparición de bacterias resistentes a sus efectos, perdiéndose por tanto su utilidad.

¿Qué es un antibiótico? 

Es un medicamento capaz de matar o impedir el crecimiento de las bacterias, causantes de infecciones tanto en humanos como en animales.

Los antibióticos no tienen ningún efecto sobre los virus, como los que producen la gripe, los resfriados, la COVID-19 o la mayoría de las infecciones de garganta. 

Ya hemos visto lo que puede producir un uso incorrecto de estos medicamentos; y de ellos el que más preocupa debido a sus consecuencias es el de la Resistencia Antimicrobiana.

La aparición de bacterias resistentes supone un importante problema sanitario.

Estas bacterias son responsables de un gran número de infecciones complicadas y ocasionan más de 33.000 muertes anuales en Europa así como de 3.000 en España, con un coste de alrededor de 1.500 millones de euros.

¿Qué es la resistencia antimicrobiana?

Es un fenómeno por el cual una bacteria no es destruida por un antibiótico. 

La resistencia puede ser frente a un antibiótico concreto, por ejemplo la penicilina; frente a un grupo de antibióticos similares, en este caso serían los betalactámicos (antibióticos derivados de las penicilinas, cefalosporinas); o frente a grupos diferentes de antibióticos (macrólidos y betalactámicos).

Es un problema de salud de primer orden ante el riesgo de que se extienda esta resistencia a otras bacterias que inicialmente eran sensibles al antibiótico.

• No se deben tomar NUNCA antibióticos sin que te los haya indicado tu médico o dentista. Tampoco se deben dar antibióticos a las mascotas o animales en propiedad sin que hayan sido indicados por el veterinario.
• Hay que respetar las pautas de administración y cumplir horarios y duración de tratamiento. Los niveles en sangre deben estar mantenidos durante todo el tratamiento; por eso hay antibióticos que su durabilidad es baja, cada 6-8 horas,y otros sólo necesitan una toma, cada 24 horas. Es muy importante la hora de inicio de tratamiento ya que hay que intentar evitar partir la noche, ya que esa toma puede llegar a perderse al tercer o cuarto día de inicio (por ejemplo, ⅛ horas lo ideal sería 8.00-16.00-24.00)
• Los antibióticos se adquieren en Oficinas de Farmacias presentando la receta médica oficial correspondiente.
• Los antibióticos sobrantes (aunque nunca debería de sobrar…) no se reutilizan ni se guardan para otro día u otra persona. Acude a tu farmacia y depositalos en el punto SIGRE. De esa forma contribuimos a su correcta eliminación, e impedirás que contaminen el medio ambiente. Los antibióticos se recetan a una persona en concreto para una infección bacteriana determinada. 
• No presiones a tu médico o dentista para que te recete un antibiótico. Tampoco presiones a tu farmacéutico para que te dispense un antibiótico sin receta… Aunque sepamos que te ocurre, necesitas el diagnóstico de un médico y nosotros una receta.
• Los animales, mascotas familiares o gallinas del corral, necesitan de un diagnóstico veterinario y receta veterinaria oficial para poderos dar el antibiótico que necesita vuestro animal, ya sea para un ojo rojo o un picotazo del gallo.

Como siempre, pregunta a tu médico/dentista/veterinario o farmacéutico, es por tu seguridad y la de todos los que te rodean.