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Vitamina D: la “vitamina del sol” y su papel clave en la salud integral

 
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¿Por qué es importante hablar de vitamina D en verano?

Aunque el verano favorece la exposición solar, época clave para la síntesis cutánea de vitamina D, muchas personas siguen presentando déficits, incluso viviendo en países soleados. Esto se debe a cambios en los hábitos de vida, el uso correcto (y necesario) de fotoprotectores, el teletrabajo, el envejecimiento de la población y el temor a la exposición solar excesiva. La vitamina D está involucrada en múltiples funciones más allá de la salud ósea, por lo que mantener niveles adecuados es fundamental durante todo el año.

Hasta el 80% de los españoles presenta niveles insuficientes de vitamina D durante alguna época del año, a pesar de vivir en una zona soleada. Mantener un equilibrio entre la protección solar y la síntesis adecuada de vitamina D es uno de los grandes retos de la salud pública actual.


¿Qué es la vitamina D y cómo la obtenemos?

La vitamina D es una vitamina liposoluble que actúa como una verdadera hormona, esencial para la homeostasis del calcio y el metabolismo mineral. Existen dos formas principales:

  • Vitamina D3 (colecalciferol): sintetizada en la piel por la acción de la radiación ultravioleta B (UVB) sobre el 7-dehidrocolesterol.
  • Vitamina D2 (ergocalciferol): presente en algunos alimentos de origen vegetal y suplementos.
    Las principales fuentes de vitamina D son:
  • Exposición solar: La piel produce vitamina D a partir de la radiación UVB; sin embargo, factores como la edad, el tipo de piel, la latitud geográfica, el uso de protección solar y la ropa influyen en la síntesis.
  • Dieta: Solo un 10-20% se obtiene por vía alimentaria, principalmente a través de pescados grasos (salmón, sardina), huevos, lácteos fortificados y setas.
  • Suplementos: Útiles en personas con riesgo o con déficit confirmado, siempre bajo control profesional.


¿Para qué sirve la vitamina D y cuáles son sus funciones científicamente probadas?

  • Salud ósea: Regula la absorción de calcio y fósforo, previniendo raquitismo, osteomalacia y osteoporosis.
  • Función muscular: Niveles adecuados mejoran la fuerza y reducen el riesgo de caídas, especialmente en mayores.
  • Sistema inmune: Ayuda a modular la respuesta inmunitaria y reducir el riesgo de infecciones respiratorias y autoinmunes.
  • Prevención de enfermedades crónicas: Estudios recientes sugieren un papel protector frente a enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer, aunque aún se requiere más evidencia concluyente.


Consejo desde la farmacia

En la farmacia, la vitamina D está disponible en diferentes presentaciones: gotas, cápsulas, comprimidos y en combinación con calcio o vitamina K2.

  • Dosis recomendadas: Varían según la edad, el estado fisiológico y la exposición solar. En adultos sanos, se recomienda entre 800-2000 UI/día, aunque en casos de déficit puede ser necesaria una dosis mayor bajo supervisión médica.
  • Precauciones: La sobredosificación crónica puede provocar hipercalcemia, nefrocalcinosis y daño renal. La monitorización analítica (25-OH vitamina D) es esencial en casos de suplementación prolongada o en grupos de riesgo (personas mayores, embarazadas, lactantes, personas con obesidad o con enfermedades intestinales crónicas).
  • Interacciones: Cuidado con medicamentos como anticonvulsivantes, glucocorticoides y algunos tratamientos para la osteoporosis, que pueden alterar los niveles de vitamina D.


¿Cómo y cuándo asegurar una correcta síntesis y suplementación?

  • Exposición solar saludable: Tomar el sol 10-20 minutos al día, evitando las horas centrales y protegiendo rostro y zonas sensibles. Bastan brazos y piernas descubiertos en horarios seguros para estimular la síntesis.
  • Alimentación variada: Incluye pescado azul, lácteos, yema de huevo y setas. Consulta sobre alimentos enriquecidos en vitamina D.
  • Suplementación: Indispensable en personas con déficit diagnosticado, mayores de 65 años, embarazadas, lactantes, personas con piel oscura, enfermedades crónicas o poco contacto con el sol.
  • Control y seguimiento: Realiza controles periódicos si tomas suplementos, especialmente en grupos de riesgo.

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