
¿Por qué el ácido hialurónico es tan valorado en dermocosmética?
El envejecimiento cutáneo es un proceso complejo influido por factores genéticos, ambientales y hábitos de vida (exposición solar, tabaco, estrés, etc.). Uno de los cambios principales con la edad es la pérdida de hidratación profunda y de elasticidad de la piel. El ácido hialurónico, por su capacidad para retener agua y modular la matriz extracelular, se ha convertido en un activo fundamental en la cosmética moderna y la medicina estética.
¿Qué es el ácido hialurónico?
Es un polisacárido (glucosaminoglucano) que forma parte natural de la matriz extracelular de la piel, cartílagos y tejidos conectivos. Una de sus propiedades más destacadas es su capacidad para retener hasta 1000 veces su peso en agua, funcionando como una “esponja biológica” que mantiene el volumen y la turgencia de los tejidos.
Con la edad, la síntesis de ácido hialurónico disminuye, facilitando la aparición de arrugas, sequedad y pérdida de firmeza.
¿Para qué se emplea en cosmética y medicina estética?
- Hidratación profunda: Al incorporar ácido hialurónico en productos tópicos (sérums, cremas, mascarillas), se incrementa la hidratación de las capas superficiales e intermedias de la piel.
- Reducción de arrugas y líneas de expresión: El uso regular mejora la elasticidad y suaviza las líneas finas, proporcionando un aspecto más jugoso y uniforme.
- Relleno dérmico y voluminización: En la medicina estética, el ácido hialurónico se utiliza en inyecciones para rellenar arrugas profundas, surcos nasogenianos, aumentar el volumen labial o restaurar el contorno facial.
- Recuperación post-tratamientos: Ayuda a acelerar la reparación de la piel tras procedimientos dermatológicos (láser, peeling, microagujas).
Consejo desde la farmacia
En farmacia, el ácido hialurónico está presente en diferentes formas y pesos moleculares:
- Alto peso molecular: Crea una película hidratante en la superficie, protegiendo la piel de la deshidratación y la polución.
- Bajo peso molecular: Penetra hasta capas más profundas, favoreciendo la hidratación interna y la síntesis de colágeno.
El consejo farmacéutico es fundamental para elegir el producto adecuado según edad, tipo de piel (seca, grasa, sensible, madura), y objetivo cosmético.
Además, existen fórmulas orales (nutricosmética) y colirios oftálmicos, así como cremas cicatrizantes y geles para heridas o mucosas.
¿Cómo y cuándo aplicarlo?
- Rutina diaria: Sobre la piel limpia y ligeramente humedecida, primero el sérum de ácido hialurónico y después la crema habitual para sellar la hidratación.
- Cuando: Mañana y noche, durante todo el año. En casos de tratamientos estéticos, seguir las indicaciones del profesional sanitario.
- Sinergia: Combínalo con vitamina C y protección solar para potenciar la acción antioxidante y prevenir el envejecimiento prematuro.
Estudios recientes han demostrado que el uso regular de ácido hialurónico puede mejorar significativamente la elasticidad y el grosor de la piel, incluso en personas mayores de 60 años. Además, su perfil de seguridad es excelente, siendo bien tolerado incluso en pieles con tendencia atópica o sensibles.